Una divorciada pide más pensión para la ropa de marca de sus hijas: «Tienen gastos elevados en estética»

Sad teen rejecting help from her sister at home

El juez ha sido muy claro con la madre, haciéndole entender que hacerles comprender a sus hijas su nueva realidad «es parte de su educación»

«Mis hijas tienen gastos elevados en estética y ropa de marca». Con esas palabras, una madre coruñesa se presentó ante el juez reclamando un aumento de la pensión que le pasaba el padre de sus dos hijas, todavía menores de edad. La pareja había decidido poner fin a su matrimonio el año pasado, y tras llegar a un acuerdo, la mujer consideró que la cantidad que percibía no era suficiente para los caros gastos de las pequeñas, asiduas a la ropa de marca y a los tratamientos de estética.

Sin embargo, su sorpresa llegaba cuando el titular del Juzgado de Primera Instancia número 3 no solo no le concedió lo que pedía, sino que una vez escuchó a las partes, decidió leerle la cartilla y hacerle comprender esta nueva realidad llena de limitaciones a las niñas era responsabilidad suya, y «forma parte de su formación o educación».

Como era de esperar, las reacciones no se han hecho esperar. «Vamos a ver, todos hablan de la madre Pero el padre fue el que dio ese ritmo de vida. Si no lo hubiese dado no se llegarían a estos puntos», argumenta uno. «Habría que comenzar por educar a esa madre y después a las hijas», añade otro. «Felicito al hombre por su liberación mental y familiar y además le felicito por una pensión normal a sus hijas y no abusiva por causa una mujer con demasiadas aspiraciones», dice otro.

Este tipo de gastos son injustificables pero sin duda -en caso de ser reclamados por las niñas, aunque no se comprende qué gastos estéticos pueden tener unas menores de edad-, sólo podrían considerarse «extraordinarios» (Sentencia del Tribunal Supremo de fecha 11/03/2010). Ahora bien, sólo serán así cuando sean imprevisibles, necesarios, excepcionales y estén adecuados a la capacidad económica de los progenitores.

Resulta imposible determinar previamente si un gasto es o no necesario, pero el titular del Juzgado lo tuvo claro: en este caso, no lo eran. Gastos médicos tipo dentistas, oculistas o psicólogos; ropa de temporada necesaria para acudir al colegio podrían ser gastos extraordinarios necesarios; estética y ropa de marca, no.

Hacer comprender a los hijos la nueva realidad de sus padres forma parte de su educación, tal y como determinó el titular del Juzgado que denegó la solicitud a la madre. La familia es el lugar educativo más importante, y si bien es preciso aceptar que las tendencias y exigencias propias de la vida moderna —sobre todo, el consumo— han puesto bajo presión y en cuestión la capacidad de las familias para practicar su misión educativa.

Sin embargo, los padres asumen un papel significativo en el proceso de aprendizaje. Toda una lección para esta madre, que seguro que se lo piensa dos veces antes de volver a los tribunales.

Fuente: La Vanguardia

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