¿La mejor abogada de familia internacional? No, lo es mi equipo.

 

 

 

 

Isabel Winkels, socia directora de Winkels Abogados, reflexiona sobre lo que significa estar al frente de un despacho especializado en derecho de familia internacional.

 

El otro día me formularon esa pregunta directamente a mí. No me atreví a dar una respuesta afirmativa, aunque modestia aparte, sí me atrevo a asegurar que, gracias a sus integrantes, el despacho Winkels Abogados juega en Primera División, junto con otros compañeros/despachos que tienen un elevadísimo conocimiento de la materia.

Y tengo muy claras las condiciones necesarias para jugar en esta liga, en la rama de derecho de familia internacional: estar permanente y sistemáticamente al día de la entrada en vigor de cada nuevo convenio internacional, su ratificación o modificación, de la aprobación y entrada en vigor de nuevos Reglamentos, y de la jurisprudencia que dictan los tribunales europeos: tanto el Tribunal de Justicia de la Unión Europea como el Tribunal Europeo de Derecho Humanos.

Y  me dirán: “¡eso sucede en todas las ramas del derecho!”. Y yo contesto: “sí, pero en derecho de familia internacional se produce una situación que no se produce en otras ramas del derecho, como es la opción de pleitear en dos foros distintos, con un resultado sustancialmente distinto según el país en el que se desarrolle ese procedimiento finalmente”.

Y para eso, resulta fundamental conocer las normas de competencia, de Ley aplicable, y ser muy, muy ágil a la hora de interponer la primera demanda. Porque no olvidemos una máxima, aquí imperativa: prior in tempore, potior in iure = el primero que demanda, ostenta un mejor derecho.

Yo tengo la inmensa suerte de contar en el despacho con el asesoramiento de dos consultoras de lujo, dos profesoras doctoras de derecho internacional privado: Flora Calvo y Yolanda Dutrey.

Gracias a ellas, absolutamente especializadas en este juego, y permanentemente actualizadas, el despacho puede ofrecer una reacción rápida a cuestiones muy complejas que se nos plantean, muchas veces urgentes, porque vemos que, si la otra parte se adelanta y presenta su demanda en otro país, los derechos de nuestro cliente se pueden ver seriamente perjudicados.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *