El pasado treinta de febrero, en Miranda de Ebro (Burgos), población fronteriza con Álava, un padre de familia se presentó al juicio de divorcio, pedido por su cónyuge (mujer), acompañado por su psiquiatra.
El hombre, visiblemente afectado, tuvo que ser atendido en varias ocasiones por el psiquiatra, pero, en vez de calmarle, incrementaba su zozobra.Sr. psiquiatra, ¿cómo puede ser que aquí, en Miranda de Ebro, no me atiende un juzgado de familia, cuando, a doce kilómetros, en Logroño, sí hay un Juzgado de Familia, porque en la ley del año 1.981, en su disposición final, ya se hablaba de Juzgados de Familia?.